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Lawton & Brody

Foto del escritor: J. Marcos Yocupicio R.J. Marcos Yocupicio R.

Actualizado: hace 4 horas

 Escala de Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (IADL)



La Escala de Lawton y Brody, también conocida como la Escala de Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (IADL, por sus siglas en inglés), es una herramienta de evaluación geriátrica que valora la capacidad funcional de las personas mayores para realizar tareas más complejas que las actividades básicas de la vida diaria (por ejemplo, comer o vestirse). Fue desarrollada en 1969 por Lawton y Brody (Gerontologist 1969; 9: 178-8), inicialmente pensada para su aplicación en población anciana con el propósito de medir su grado de autonomía. A lo largo de los años, se ha convertido en un instrumento de referencia para la detección de deterioro cognitivo y para la evaluación general de la funcionalidad en adultos mayores.


1. Contexto y uso en la práctica clínica

En la atención clínica de la población geriátrica, es fundamental determinar hasta qué punto una persona conserva la independencia en su vida cotidiana. Para ello, se suelen evaluar dos grupos de actividades:

  • Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD o ADL): Abarcan tareas esenciales como comer, bañarse, vestirse, movilizarse (levantarse de la cama, caminar), controlar esfínteres, entre otras.

  • Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD o IADL): Son tareas más complejas que permiten al individuo vivir de forma autónoma en la comunidad, como manejar dinero, usar el teléfono, hacer compras y administrar la medicación.

La escala de Lawton y Brody forma parte de este segundo grupo (IADL). Se emplea con frecuencia en el proceso de valoración geriátrica integral (VGI) para detectar tempranamente posibles signos de deterioro cognitivo y/o funcional, así como para diseñar planes de cuidado adecuados (por ejemplo, incorporar apoyos en aquellas áreas en las que el adulto mayor presente dificultades).


2. Ítems

Esta escala evalúa específicamente 8 ítems o tareas instrumentales:

  1. Usar el teléfono

    • Evalúa si la persona es capaz de marcar, contestar llamadas o, incluso, tomar la iniciativa de llamar sin asistencia.

  2. Hacer compras

    • Valora la capacidad de planificar las compras, trasladarse a tiendas o supermercados y adquirir los productos necesarios por cuenta propia.

  3. Preparar la comida

    • Se enfoca en la habilidad para organizar, cocinar, y servir las comidas adecuadamente, así como en el cumplimiento de dietas específicas, si fuese necesario.

  4. Realizar tareas domésticas

    • Considera la limpieza básica del hogar, lavado de platos, ordenar, barrer o cualquier tarea que contribuya al cuidado general de la casa.

  5. Lavar la ropa

    • Incluye el proceso de separar la ropa, lavarla (a mano o en lavadora), secarla y, en algunos casos, planchar o guardar la ropa.

  6. Utilizar medios de transporte

    • Observa la capacidad de movilizarse independientemente (conducir, tomar autobús, taxi o transporte público) sin requerir ayuda constante.

  7. Manejar la medicación

    • Determina si la persona reconoce sus fármacos, los administra en las horas indicadas, y mantiene un control adecuado (por ejemplo, organizar un pastillero).

  8. Manejar los asuntos económicos

    • Evalúa la habilidad para pagar facturas, manejar cuentas bancarias y llevar un control de gastos, entre otros aspectos financieros.

3. Formas de puntuación y rango de resultados

La puntuación de la escala puede variar en función del método adoptado. Generalmente, se reconocen dos:

  1. Puntuación dicotómica (0 - 8 puntos):

    • Cada uno de los 8 ítems se puntúa con 1 punto si la persona lo realiza independientemente y 0 puntos si no puede realizarlo o requiere mucha ayuda.

    • El puntaje 0 indica máxima dependencia (no realiza ninguno de los ítems).

    • El puntaje 8 señala independencia total (realiza todos los ítems sin asistencia).

  2. Puntuación lineal (8 - 31 puntos):

    • En este caso, se asignan distintos valores según el grado de independencia en cada actividad. El rango mínimo (8) correspondería a la máxima dependencia, mientras que el máximo (31) refleja la mayor independencia.

    • Un puntaje entre 8 y 20 generalmente sugiere que la persona precisa ayuda para la realización de las tareas. Un valor por encima de 20 puede indicar dependencia para las AIVD, aunque los criterios exactos pueden variar según la adaptación local.

4. Importancia y limitaciones

  • Importancia diagnóstica: La escala de Lawton y Brody ha demostrado ser útil como parte de la valoración funcional y el tamizaje de posibles problemas cognitivos (por ejemplo, en la enfermedad de Alzheimer). Cuando una persona empieza a perder autonomía en tareas instrumentales que antes realizaba sin dificultad, puede ser un indicador temprano de deterioro cognitivo.

  • Relación con otras escalas: En la práctica clínica se suele combinar con la evaluación de las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ADL), dadas a conocer por Katz y colaboradores, para obtener un panorama más completo de la situación funcional del adulto mayor.

  • Sensibilidad y especificidad: Según algunos estudios, la versión reducida de la escala de IADL de Lawton (con 4 ítems) y la escala ADL presentan sensibilidad limitada para detectar la demencia por Alzheimer en población que vive en la comunidad.

    • No obstante, la combinación de la IADL-4 con pruebas cognitivas (por ejemplo, la Evaluación Cognitiva de Montreal - MOCA) mejora la sensibilidad diagnóstica, aunque disminuye la especificidad.

    • Esto quiere decir que, si bien es más probable detectar casos verdaderos de deterioro (sensibilidad), también aumenta la posibilidad de resultados positivos en personas que no padecen esa demencia (falsos positivos).

  • Limitaciones en su uso aislado:La escala de Lawton y Brody, por sí sola, no debe considerarse un instrumento diagnóstico definitivo para la demencia o para determinar la competencia legal de una persona. Su función primordial es la de tamizaje y seguimiento de la capacidad funcional, por lo que es fundamental complementarla con otras escalas y exámenes (neuropsicológicos, médicos y sociales).

5. Aplicación y recomendaciones

  • Aplicación clínica:

    • Se recomienda aplicar la escala de Lawton y Brody de manera periódica en adultos mayores, especialmente ante la sospecha de deterioro cognitivo o funcional.

    • La evaluación puede realizarse mediante entrevista con la persona y/o con el cuidador principal, valorando cada aspecto según la capacidad habitual del individuo.

  • Diseño de intervenciones:

    • Al identificar los ítems en los que el adulto mayor presenta mayor dificultad, el equipo sanitario puede orientar terapias y cuidados específicos: rehabilitación, terapia ocupacional, fisioterapia o intervenciones psicológicas.

    • Asimismo, se pueden gestionar recursos comunitarios (p. ej., asistencia para las compras, ayuda en la organización de la medicación o en los pagos bancarios, etc.), con el fin de mantener la independencia el mayor tiempo posible.

  • Seguimiento y evolución:

    • La puntuación en la escala de Lawton y Brody sirve como referencia basal para futuras valoraciones. Un descenso significativo en el puntaje puede indicar progresión del deterioro cognitivo-funcional o la aparición de otras afecciones (depresión, patologías agudas, etc.).

    • También se utiliza para evaluar la efectividad de las intervenciones implementadas, tanto farmacológicas como no farmacológicas.




Bibliografía:

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